Visita al comedor: Julio


Hoy visité el comedor en los horarios de jardín y primaria. Hubo de menú en ambos casos medallón de pescado con puré mixto, y de postre flan de vainilla.
Cuando llegaron lxs niñxs de jardín, y una vez que estuvieron acomodadxs en sus sitios, se les sirvió el medallón ya cortado junto a una porción generosa de puré. En el comedor hacía un poco de frío, por lo que fue muy importante que el plato llegara calentito.
En cuanto al sabor, el medallón era crocante, se veía bien, pero el relleno era realmente indefinido, desabrido. En cambio el puré estaba muy rico, la sal justa y una textura agradable.
El grupo de niñxs tal vez demoró en entrar (no estuvieron en sus asientos a las 11.30 puntual), por lo que se les iba retirando el plato a lxs que decían haber terminado mientras lxs que aún no se apuraban por terminar porque ya tenían que comenzar a servir el postre. Sinceramente esta vez el tiempo para la comida fue muy poco, pero para el postre fue más que suficiente.
En un momento el cocinero y dos maestras discutieron por algo que no pude comprender. Más tarde el cocinero se acercó para explicarme que se trató de un mal entendido, cuando le pidieron para repetir él se negó, pero porque no entendió que se trataba de un solo niño. Me comentó que sirve los platos con el gramaje correspondiente y que por ese motivo (la comida está calculada para que se sirva solo un plato), sumado a que no había tiempo, no hubo opción de repetir. Lxs niñxs de jardín disponen de 15 minutos para la comida y 15 minutos para el postre. También me comentó que el menú original se modificó (el pescado anteriormente se acompañaba con ensalada) porque resultó ser una mala combinación. En sus palabras: "Pescado y verdura, plato a la basura".
Una vez que se retiran lxs niñxs de jardín, el personal del comedor cuenta con 15 minutos para ordenar las mesas y dejar todo listo para el ingreso de primaria, que dispone de 45 minutos para comer.
Cuando ingresaron, lxs niñxs formaron una fila que partía de una de las ventanas de la cocina y se iba armando en uno de los patios paralelos al comedor a pesar del frío. Cada chicx llevó su bandeja a una mesa, con excepción de lxs niñxs de primer a tercer grado, a lxs que se les sirvió el medallón cortado como a lxs niñxs de jardín. Después de 25 minutos, se les retiró el plato para ofrecer mesa por mesa el postre. En general se mantuvieron ordenadxs, jugando entre ellxs, charlando, pero sin demasiado desorden. Había dos maestras y una auxiliar, que se ocupaban de los grados más chicos, y las dos encargadas de servir y retirar los platos.
Como la vez anterior, pude ver cómo se desecha una gran cantidad de comida, lo que me hace pensar que, de no ser por el factor tiempo, tal vez no sea una mala opción servir los platos de manera que se pueda contar con la posibilidad de repetir. Me imagino que de este modo se tiraría menos comida y, los que quisieran comer más, contarían con esa posibilidad.

Marisa Rubio

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